Por: Ximena Gutiérrez
En “crisis extrema”, así calificó la Cámara Hotelera de Bolivia (CHB) la agonía por la que atraviesa el sector, que registró durante la pandemia los peores indicadores de los últimos años y que, a pesar que desde hace meses han vuelto al funcionamiento, todavía no logran recuperarse.
Según datos de esta institución, después de la primera fase más crítica de la pandemia, solo un 40% de los hoteles en el país ha vuelto a operar; es decir que de los 1.200 formalmente registrados, 480 ofrecen servicios bajo niveles mínimos de ocupación por el reducido flujo de turistas.
“Si antes de la pandemia los hoteles estaban funcionando entre un 70 y 80%, con la pandemia bajó entre un 5 y 10%; ahora no se ha mejorado sustancialmente y se tiene entre un 30 y 40%. Entonces, sigue siendo una situación de crisis absoluta. Es mínima la subsistencia, no se trata de que estemos mejor, sino que estamos tratando de sobrevivir”, expresó el presidente de la CHB, Luis Ampuero.
El actual escenario, en medio de restricciones y cuarentena, ahoga más al sector, que viene trabajando a ‘media máquina’ y con una significativa caída de ventas por habitación, dijo Ampuero, al citar como ejemplo que de 50 habitaciones ocupadas que podía tener antes un hotel, ahora tiene solo dos. Esta figura ha llevado a muchos propietarios de la industria a reconsiderar si permanecer abiertos o cerrar definitivamente.
Lo cierto es que no hay estadísticas oficiales sobre cuántos han optado por asumir esta medida en el último tiempo. Sin embargo, una reciente inspección realizada por miembros de la Cámara Hotelera de La Paz, confirmó que en zonas turísticas como la calle Sagárnaga y el mercado de Las Brujas, donde había muchos residenciales y hoteles de 1 y 2 estrellas, hoy funcionan entre un 10 y 20%. Asimismo, en el centro paceño y sus calles turísticas aledañas, son muy pocos los que han vuelto a operar, y se tiene que los que vivían del turismo no han vuelto a abrir, al menos el 90%.
Luis Pomarino, gerente general de LP Hoteles, con cadenas en La Paz y Santa Cruz, indicó que el impacto de la caída del turismo en Bolivia ha afectado notablemente al sector, pues de 1,2 millones de visitantes que se tuvo en 2019, este número descendió a 300.000 en 2020, lo que significa un bajón del 75% en el turismo.
“La situación en La Paz es realmente preocupante, al ser este un top destino turístico en Bolivia, esto arrastra al sector hotelero que no puede estimar cuántos lugares de hospedaje han decidido cerrar definitivamente. Sin embargo, en los primeros dos meses de la pandemia se hizo un relevamiento de quiénes estaban operando, y en el centro de la ciudad solo estaba LP Hoteles, otros colocaron mensajes de que estaban cerrados temporalmente, pero hace días se hizo otra visita y aún hay muchos que no han abierto desde la pandemia”, señaló el ejecutivo.
Por su parte, el presidente de la Cámara Hotelera en Cochabamba, José David Gómez, informó que, tras la pospandemia con la cuarentena dinámica, empezó a trabajar un 5% de los hoteles y luego subió al 12%; actualmente, de los 121 asociados a la institución, un 60% del sector trabaja. En tanto que unos cuatro hospedajes decidieron cerrar definitivamente y dedicarse a otras actividades.
La amenaza de que más hoteles sigan este camino es alta, porque hay más de 200, entre residenciales, alojamientos y hostales, que no están afiliados a la Cámara, pero que están igualmente afectados por la pandemia.
“Con el plan de cerrar fronteras y ahora con el contagio impresionante en Cochabamba nadie quiere venir aquí. Antes, los viajeros de oriente como de occidente hacían una parada, este era el punto intermedio entre La Paz y Santa Cruz y viceversa. El gran reto ahora es sobrevivir hasta que pase lo más duro de la pandemia”, expresó Gómez.
En Santa Cruz la situación no es diferente. Desde 2016 han llegado cadenas internacionales como Hampton by Hilton, Radisson, Marriott, Swissötel, Sheraton; entre otros, que han llevado al sector a una marcada sobreoferta y generaron una intensa competencia, especialmente de precios, que aunque benefician al cliente ponen en situación crítica a esos emprendimientos.
Desde la Cámara Hotelera de Santa Cruz se informó que desde 2019, con los efectos de la desaceleración y el cambio del ciclo macro y microeconómico, el sector ya venía pasando tiempos difíciles.
Datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) señalan que el ingreso de viajeros nacionales y extranjeros a establecimientos de hospedaje en los nueve departamentos fue de 2,1 millones para 2019, pero descendió a 635.458 para 2020. Santa Cruz lideraba las cifras con 571.049 huéspedes en 2019, seguido de La Paz con 547.046.
Para 2020 las cifras se revirtieron y Santa Cruz bajó notablemente a 157.972 huéspedes y La Paz a 156.040. Mientras que la oferta hotelera en el total de establecimientos a escala nacional era de 1.489 en 2019 y para 2020 se redujo a 1.229.
Tarifas en descenso
La situación ha obligado a las empresas hoteleras a reducir sus tarifas y ofrecer precios más atractivos para atraer huéspedes.
En el hotel Los Tajibos, el 2021 inició el año implementando un sistema de reservas automatizado en sus restaurantes, con el fin de mantener un número de comensales reducidos en horarios establecidos permitiendo al cliente realizar la reserva en 10 segundos desde su celular o computadora. Además de ofrecer descuentos, beneficios y facilidad de pagos directamente en línea.
“En lo que va del primer semestre se lanzó la campaña por el aniversario N.° 46, en el cual hasta el 31 de marzo las personas que hicieron su reserva a través de la web obtuvieron un descuento del 30% aplicable para reservas hasta el 31 de julio 2021, con el código Tajibos46. Tras el éxito de esta campaña hemos lanzado una nueva opción de descuento progresivos para reservas en la web”, resaltó Samuel Doria Medina Monje, gerente general del pentaestrellado hotel.
Acerca de la situación en ventas, dijo que en el primer semestre del año, estuvieron por debajo del 35% de los históricos que se tenían en el pasado, pero que pese a ello la experiencia dejada por la situación sanitaria ha impulsado a seguir apostando por el sector.
En tanto que el hotel Marriott Santa Cruz ha diseñado adicionalmente propuestas frescas para el público con la activación de los jueves en su lobby con música en vivo, paquetes de estadía con precios especiales incentivando el turismo local y una nueva propuesta gastronómica. Todas estas acciones han sido vitales para la generación de negocios.
Su directora of Sales & Marketing, Bárbara Delgado, mencionó que los resultados actuales en relación al 2020 son positivos; sin embargo, tomará mucho tiempo recuperar los niveles de ingresos de años anteriores. “Más allá de la incertidumbre que reina en todo aspecto y los lamentables efectos de la tercera ola, se percibe la gran necesidad de continuar y trabajar por la reactivación económica que tanto se necesita”, sostuvo.
Un dato importante es que, según la Cámara Hotelera de Santa Cruz, la demanda de hoteles cinco estrellas subió progresivamente debido a la fuerte disminución en las tarifas que ha ocasionado que huéspedes de cuatro estrellas migren a los de 5 y los de 3 a 4. Datos oficiales reflejan que en 2017 los hoteles de cinco estrellas participaban con un 49% del total de la demanda, en 2018 pasaron al 54% y en 2019 llegaron al 61%.
En el caso de centros de hospedaje como residenciales, alojamientos y hostales también se han visto obligados a aplicar todo tipo de estrategias para mitigar el costo de la mano de obra, rebajando en algunos casos hasta en 50% sus tarifas. ‘‘Muchos están reduciendo todo lo que sea necesario y cada empresa actúa como le parece; pero cuando se tiene 50 camas, no hay alojados y aparece un cliente, se baja hasta donde puede bajar y posiblemente todos los hoteleros hemos acabado bajando a niveles que hace dos años eran impensables”, dijo el presidente de la CHB.
La vacuna contra el covid-19 trae una esperanza al sector, así como la apertura de fronteras y la reducción de restricciones para viajar.
Por ahora, las expectativas se centran en una reactivación del turismo interno hacia fin de año, con la llegada de visitantes de países vecinos, así como de residentes que se desplazan de un departamento a otro. Sin embargo, prevén que el turismo de Europa y sus mercados emisores, como Alemania, Francia, Italia y otros, que llegaban a Bolivia a partir de julio hasta septiembre se reactive recién en 2022. Así como la numerosa llegada de turistas asiáticos al salar de Uyuni.